EL HOLODOMOR. UNA CATÁSTROFE HUMANA EN EL CONTEXTO DE LA COLECTIVIZACIÓN SOVIÉTICA

1. Introducción

El término "Holodomor" (en ucraniano: 'matar de hambre') se refiere a la devastadora hambruna que asoló la República Socialista Soviética de Ucrania y otras regiones de la URSS entre 1932 y 1933. Durante este período, la colectivización agrícola impuesta por el gobierno soviético provocó la muerte de millones de personas. Las cifras de víctimas varían ampliamente, estimándose entre 1,5 y 12 millones de muertos. Los documentos desclasificados tras la disolución de la Unión Soviética indican un aumento significativo de la mortalidad en 1932 y 1933, con alrededor de 1,5 millones de muertes atribuidas directamente a la hambruna, y una notable disminución de la natalidad y mortalidad en los años posteriores.

2. El Debate sobre el genocidio

El debate sobre si el Holodomor constituye un genocidio persiste entre académicos y expertos. Algunos sostienen que la hambruna fue deliberadamente provocada por Stalin para eliminar el movimiento independentista ucraniano y consolidar el control soviético. Anne Applebaum, por ejemplo, argumenta que la hambruna fue intencional, provocada por las requisas de grano excesivas y la política de rusificación que buscaba suprimir la identidad ucraniana. Los críticos del régimen soviético señalan que, según la definición jurídica de genocidio, el Holodomor cumple con los criterios debido a la evidencia de su naturaleza artificial.

3. Contexto Político y Económico

La colectivización agrícola fue una política central del régimen de Stalin, destinada a transformar la economía agraria soviética mediante la expropiación estatal de tierras, cosechas y ganado. Esta política tenía varios objetivos:

● Control estatal de la agricultura: el Estado estableció planes de producción para alimentar a las ciudades y al ejército, y exportar productos agrícolas para financiar la industrialización.

● Eliminación de los fulaks: la colectivización también buscaba eliminar a los kulaks, la clase de campesinos más pudientes, quienes se resistían a las políticas del régimen.

● Rápida industrialización: la exportación de productos agrícolas debía financiar la industrialización acelerada de la URSS.

4. La represión y las purgas

La implementación de la colectivización encontró resistencia violenta por parte de los kulaks y otros campesinos, lo que llevó al régimen a intensificar la represión. Entre 1929 y 1934, una serie de purgas eliminó a los elementos más independientes y nacionalistas dentro del Partido Comunista ucraniano. Las autoridades soviéticas, preocupadas por la posible influencia de sentimientos nacionalistas, dirigieron sus esfuerzos contra figuras clave como Mykola Skrýpnyk, quien promovía reformas lingüísticas ucranianas, y otros líderes culturales. Las purgas redujeron a la mitad el número de miembros del Partido Comunista Ucraniano y los reemplazaron con cuadros leales enviados desde Rusia.

5. La Hambruna

La hambruna de 1932-1933 fue exacerbada por varias políticas del régimen soviético:

● Requisas de grano: las autoridades confiscaron grandes cantidades de grano, dejando a los campesinos sin alimentos suficientes para sobrevivir.

● Prohibición de la migración: para evitar que los campesinos buscaran alimentos en otras regiones, se implementaron restricciones de movimiento, exacerbando la situación.

● Represión violenta: las brigadas encargadas de las requisas llevaron a cabo verdaderas expediciones de castigo, confiscando alimentos y bienes, y arrestando a quienes se resistían.

6. Consecuencias Demográficas y Culturales

La hambruna tuvo un impacto devastador en la demografía y la cultura ucraniana. Járkov, una de las ciudades más afectadas, perdió alrededor de una quinta parte de su población. En toda Ucrania, se estima que el número de niños huérfanos aumentó drásticamente, y muchos fueron enviados a orfanatos donde se les obligaba a aprender ruso. La política de rusificación intensificada durante y después de la hambruna buscaba suprimir la identidad ucraniana, reemplazando a los líderes culturales y políticos con cuadros rusos.

7. La gran colectivización y sus consecuencias

La colectivización forzada fue una guerra contra el modelo rural tradicional, obligando a los campesinos a entregar sus medios de producción y aceptar las pautas dictadas por las autoridades centrales. La resistencia de los kulaks fue violenta, con revueltas y sabotajes que llevaron a la intervención del Ejército Rojo. En 1929, miles de intelectuales ucranianos fueron arrestados, y muchos fueron ejecutados o enviados a campos de trabajo en Siberia. Aproximadamente 530.000 deportados murieron por frío, hambre o trabajos forzados.

8. La crisis de alimentos

A partir de 1931, la URSS enfrentó graves problemas de falta de alimentos, exacerbados por las políticas de colectivización. La cosecha de 1932 fue particularmente mala, con solo 14.6 millones de toneladas de grano, lo que llevó a un aumento de las requisas y a una hambruna generalizada. La ley del 7 de agosto de 1932, conocida como la "ley de las cinco espigas", imponía penas severas por el robo de propiedad social, incluyendo hasta 10 años de trabajos forzados.

9. Las brigadas de requisa

Las brigadas encargadas de las requisas cometieron numerosos abusos, confiscando alimentos y bienes, y arrestando a los campesinos que se resistían. La represión se intensificó con el tiempo, y para octubre de 1932, solo se había recolectado el 39% de la cantidad exigida a Ucrania. Las deportaciones de kulaks y otros campesinos se llevaron a cabo de manera caótica y violenta, con cerca de 2.8 millones de personas deportadas, incluidas 300.000 ucranianos.

10. Conclusión

El Holodomor sigue siendo una de las tragedias más grandes del siglo XX, con consecuencias devastadoras para Ucrania y otras regiones afectadas. Las políticas de colectivización y rusificación implementadas por el régimen de Stalin tuvieron un impacto profundo y duradero, no solo en términos de vidas perdidas, sino también en la identidad cultural y demográfica de Ucrania. La cuestión de si el Holodomor constituye un genocidio sigue siendo un tema de debate, pero lo que es indudable es que fue una catástrofe humanitaria de inmensas proporciones, resultado de políticas totalitarias y represivas que dejaron una marca indeleble en la historia del siglo XX.